​

Una representación física de la obra de Billy Hollidays "Strange Fruit"

para reconocer el tema oculto que encarna como perfectamente actual,

en el contexto artístico y humanístico actual.

​

El objetivo del acto es traducir su físico inherente y su energía de duelo,

en el elemento acrobático que mejor se adapta,

tanto al mensaje como a la forma estética de esta canción histórica.

Así, en mi trabajo se escogieron los straps para representar una coreografía enteramente diseñada e interpretada por mí, un autodidacta,

como parte integral de un proyecto más amplio por el cual mi propósito principal es enseñar mi arte en particular, y las artes acrobáticas en general.

​

Un paso más, como herramientas de comunicación poderosas y significativas que creo que son.